Si al levantarte cada mañana y mirarte en el espejo te haces esta misma pregunta, tenemos que decirte que estás en el lugar correcto para encontrar la solución. El cansancio y la fatiga se han convertido, para muchos de nosotros, en una parte más de nuestra rutina.
Estos síntomas tan comunes en la sociedad no son más que pequeñas señales de posibles afecciones, dolencias y enfermedades graves. Algunas de ellas causadas por nuestros hábitos y estilos de vida, mientras que otras proceden de una cuestión genética u hormonal. Sea como sea, el caso es que los últimos estudios han revelado que más de un tercio de la población adulta sana se siente habitualmente fatigada y cansada.
Conocer los motivos y las razones que desestabilizan tu bienestar diario es la mejor opción para poder recuperar tus niveles de energía. Además de ayudarte a descartar la aparición de otro tipo de patologías médicas como la diabetes, anemia o hipotiroidismo. Junto a nuestra unidad especializada en optimización hormonal, vamos a explicar las causas más comunes de esta fatiga crónica.
Aunque pueda parecer más bien todo lo contrario, la práctica de ejercicio regular ayuda a mejorar el estado de ánimo, la forma física y, por supuesto, los niveles de energía.
Un estilo de vida sedentaria puede dar lugar a la aparición del síndrome de fatiga crónica en personas sanas y sin aparentes problemas previos de salud. Para que esto no suceda, hay que mantener ciertos niveles mínimos de actividad diaria. Marcar pequeñas rutinas de ejercicios puede ser el inicio hacia nuevos hábitos saludables.
Esa sensación constante de agotamiento puede estar causada por una reducción de la ingesta de calorías diarias. Estas unidades de energía nos ayudan a mantenernos vivos, estimular el organismo y poder realizar cualquier tipo de función.
Las personas que consumen menos de 1.200 calorías al día verán como su metabolismo comienza a ralentizarse. Y, por lo tanto, sentirán una mayor sensación de cansancio y fatiga.
Tanto la Vitamina D como el Omega-3 y el magnesio son vitales para el correcto funcionamiento de nuestras células, huesos y músculos. A la hora de consumir calorías es necesario elegir correctamente los alimentos que más puedan ayudar al organismo.
Insomnio, dolores musculares, estreñimiento y depresión son algunos de los principales síntomas del déficit de estas vitaminas y minerales en nuestro organismo.
Interrumpir el ritmo circadiano es una de las causas más comunes del desarrollo de cansancio y fatiga crónica. Para que esto no ocurra es importante evitar alterar los patrones de sueño naturales del cuerpo. ¿Cómo? Descansando lo máximo posible por la noche y mantenernos activos a lo largo del día.
Somos conscientes de que existen ciertos cambios hormonales, por ejemplo la menopausia, que pueden llegar a provocar la aparición de insomnio. Controlarlo y aumentar los posibles niveles de progesterona puede ser un punto a tu favor para solucionar esta sensación de cansancio.
El cansancio y la fatiga es otra de las enfermedades relacionadas directamente con el sobrepeso y la obesidad. La ingesta de calorías vacías junto a los alimentos procesados y con altos niveles de azúcares añadidos afectan a la insulina.
Estos cambios bruscos, tanto de aumento como descenso, de las cantidades de azúcar en la sangre hacen que nuestro cuerpo se sienta sin energía y muy cansados. La mejor solución es mantener una dieta equilibrada y unos hábitos de vida saludables.
Estar bien hidratado y reemplazar el agua corporal que vamos perdiendo a lo largo del día es fundamental para mantener unos niveles de energía óptimos.
Sed, fatiga y dolores de cabeza son los síntomas más frecuentes en el organismo ante una situación de deshidratación. Aunque siempre depende de nuestro peso y altura, la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la ingesta de un mínimo de 2 litros al día.
Limitar el consumo de bebidas energéticas como el café o productos con alta dosis de cafeína te permitirá reducir esos picos de energía temporal y mantener constante tus niveles diarios.
Los niveles excesivos de estrés y ansiedad están relacionados con la aparición de fatiga crónica. Disminuyendo así tu calidad de vida y tu bienestar. La mejor solución ante este problema, tan común hoy en día en la sociedad, es la realización de actividades y ejercicios que te ayuden a relajarte y evitar estas situaciones tan difíciles de gestionar.
Los desequilibrios hormonales son otra de las causas más comunes de la aparición de cansancio crónico en una persona. Estas producciones inestables de hormonas pueden llegar a ocasionar graves problemas en el organismo como hemos visto a lo largo de este artículo.
Ser conscientes de los niveles hormonales de nuestro cuerpo nos ayudará a descartar y poner solución a ciertas enfermedades. Las terapias con hormonas bioidénticas son la alternativa médica más efectiva para mejorar el bienestar y la salud de los hombres y mujeres que padecen esta situación.
Si durante estos últimos meses has notado cómo tu cuerpo está mucho más cansado de lo habitual, solicita ya una cita de valoración gratuita junto a nuestro equipo médico y ellos te ayudarán a conocer los motivos de este cambio en el organismo.
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