Criolipólisis

Los primeros resultados del tratamiento para la reducción de grasa empiezan a notarse pasados 15 días y el efecto máximo de pérdida de grasa se conseguirá a los 3 meses.

La duración de cada sesión es de aproximadamente 60 minutos. La extensión del área, y el tipo de grasa, determinará el número de sesiones necesarias, pero como estimación, suelen ser habituales entre 1 y 3 sesiones. Los resultados se empiezan a ver al mes.

Es muy importante resaltar el hecho de que esta técnica no está recomendada para pacientes con obesidad, dado que esta enfermedad sistémica crónica requiere tratamiento médico. Por lo tanto, este procedimiento estético no es aconsejado para pacientes obesos con flacidez cutánea considerable, pues no es una forma de perder peso o de tratar la obesidad. Tampoco está permitido para mujeres embarazadas o durante el periodo de lactancia, pacientes con patologías crónicas, con trastornos autoinmunes relacionados con el frío, con alteraciones en la coagulación o infecciones activas en el área a tratar.

Durante ese tiempo es posible que la persona note un poco de presión y un frío intenso en el transcurso de los primeros minutos, algo que desaparece al poco tiempo. Efectos secundarios leves como hormigueo, eritema, edema, moretones y entumecimiento de la zona tratada los cuales se resuelven pasadas unas horas.

El paciente puede reanudar su actividad diaria normal después del tratamiento. No es necesario ningún cuidado especial. La recomendación por parte de los médicos de la clínica es beber entre 2 litros de agua diaria para ayudar a la eliminación de las células grasas destruidas con la criolipólisis.

No es necesaria una preparación previa para el tratamiento de la criolipólisis, ya que es un tratamiento totalmente indoloro. En el caso de tratar el abdomen, se recomienda no comer nada 2 horas antes de la sesión.

La reducción de tejido graso es permanente, pero siempre se aconseja mantenerlo con un estilo de vida saludable.