Con permiso de su aliado, el ácido hialurónico, el bótox es y será la técnica de medicina estética anti-aging más deseada. Gracias a su gran habilidad para hacer desaparecer las líneas de expresión y las arrugas de la zona del tercio superior facial, la toxina botulínica ha comenzado a utilizarse para otros fines médicos más allá de la belleza.
Desconocidos para la mayoría de la población, este tratamiento médico-estético permite la corrección y mejora de afecciones tan comunes en la sociedad como la sudoración excesiva, las migrañas, el bruxismo y hasta los espasmos musculares. Sin necesidad de recurrir a la cirugía y con unos resultados visibles de manera instantánea, el bótox ha tomado protagonismo y encabeza la lista de los procedimientos de medicina más demandados dentro de nuestras consultas.
¿Qué beneficios aporta la toxina botulínica?
Aunque hace tan solo unas semanas dábamos respuesta a las 10 preguntas más frecuentes del bótox, todavía nos quedan algunos enigmas por resolver.
Utilizada por primera vez durante los años 70, sus primeros inicios estaban totalmente relacionados con el uso médico y no cosmético como ocurre en la actualidad. Con la autorización por parte de la FDA (Food and Drugs Administration), esta toxina comienza a extenderse por todo el mundo para aplicarse dentro del campo de la medicina estética. Pero, ¿cómo se realiza este tratamiento facial?
¡Muy sencillo! El bótox es una sustancia inyectable que actúa directamente sobre los músculos, consiguiendo así una mayor relajación y paralización de la movilidad excesiva muscular. Es un tratamiento ambulatorio que se utiliza como medida preventiva para retrasar, lo máximo posible, la aparición de las líneas de expresión tan conocidas como arrugas. Suele estar recomendado a partir de los 30-35 años y sus resultados son visibles durante unos 6-9 meses.
Se realiza directamente en consulta, aplicando previamente una pequeña anestesia local para evitar alguna molestia o dolor, y el tiempo máximo de aplicación son unos 15-20 minutos. Sus efectos son visibles de manera inmediata, aunque es cierto que mejoran de manera gradual en el tiempo.
A diferencia de otros tratamientos de medicina estética en Clínicas Doctor Life, la toxina botulínica puede aplicarse durante cualquier momento del año, sin ningún tipo de efecto secundario para el paciente y lo mejor, totalmente compatible con otras técnicas de rejuvenecimiento como los rellenos faciales, inductores de colágeno o la mesoterapia con vitaminas faciales.
Botox, vida más allá de la medicina estética
Como bien os hemos comentado, los usos del bótox van más allá de una mera cuestión de belleza o pura estética. Cada vez son más los médicos que se decantan por esta técnica para solucionar problemas tan cotidianos en la sociedad como las migrañas o el bruxismo. A continuación, os presentamos algunas de las alternativas más comunes de esta toxina que tanto nos encanta.
Bótox para el sudor
La hiperhidrosis es una enfermedad dermatológica que afecta ya a más de 300.000 personas solo en nuestro país. Se manifiesta en nuestro organismo a través de una sudoración excesiva sin necesidad de haber realizado ningún tipo de ejercicio físico o enfrentarnos a una situación incómoda o de estrés. Las zonas más habituales suelen ser las axilas, las plantas de las manos y de los pies.
Aunque es cierto que no produce un problema grave de salud en las mujeres y los hombres, padecer hiperhidrosis puede afectar a la autoestima, a la actividad social diaria y a la aparición de grandes complejos.
El bótox para la sudoración excesiva en axilas es la solución más eficaz que existe para poner fin a este problema tan incómodo en nuestras vidas. A través de pequeños pinchazos en la zona a tratar, conseguimos regular las glándulas sudoríparas y producir así una menor cantidad de sudor.
Los efectos suelen tener una duración aproximada de un año, por ello nuestro equipo médico especializado en medicina estética recomienda realizarse una sesión antes del inicio de la primavera o del verano, estaciones en las cuales se agrava más el problema.
Bótox para el bruxismo
El bruxismo es una practica muy habitual entre aquellos pacientes que se encuentran en épocas de gran estrés o nerviosismo. Suele manifestarse durante las noches de manera inconsciente, siendo el hábito más frecuente apretar o chirriar los dientes.
Desgastes, daños en el propio esmalte y fuertes dolores de cabeza son solo algunas de las consecuencias de este problema. La toxina botulínica para el bruxismo es una alternativa rápida y eficiente para solucionar esta situación.
Al igual que ocurre con la hiperhidrosis, una vez que se inyecta esta sustancia los músculos comienzan a contraerse y se evita el movimiento constante por parte del músculo. El número de sesiones dependerá siempre de las dolencias del paciente, por ello lo mejor es poder acudir a nuestra consulta para realizar un análisis y estudio previo de la situación.
Bótox para las migrañas
Por fin, podrás decir adiós a los dolores fuertes de cabeza y jaquecas. Considerado como uno de los tratamientos más eficaces contra esta enfermedad neurológica, el bótox para migrañas ayuda a inhibir las señales que se producen desde los nervios sensoriales hasta nuestro cerebro. Es totalmente recomendable en aquellos pacientes que tras varios tratamientos no han conseguido reducir la intensidad o mitigar los dolores.
Además de ayudarnos a encontrar el elixir de la juventud eterna, el bótox cuenta con grandes ventajas para facilitarnos nuestro día a día. Si tú también padeces alguna de estas molestias, no lo dudes más y acércate a nuestra clínica para ponerle fin de manera inmediata.
