A nivel mundial, más de uno de cada cinco adultos tiene la tensión arterial elevada, un trastorno que causa aproximadamente la mitad de todas las defunciones por accidente cerebrovascular o cardiopatía. Las complicaciones derivadas de la hipertensión son la causa de 9,4 millones de defunciones cada año en el mundo . La obesidad favorece la aparición de hipertensión, perjudicando su recuperación y fomentando la aparición de otros problemas cardiovasculares y renales. A medida que aumenta el IMC, aumenta la tasa de mortalidad asociada a problemas cardiovasculares. Este aumento es todavía mayor si el paciente presenta también hipertensión.
sistólica (mmHg) | diastólica (mmHg) | |
Óptima | 120 | 80 |
Normal | < 130 | < 85 |
normal elevada | 130-139 | 85-89 |
hipertensión grado 1 | 140-159 | 90-99 |
hipertensión grado 2 | ≥ 160 | ≥ 100 |
Los síntomas de la hipertensión arterial son muy inespecíficos. Algunos de estos síntomas pueden ser: mareos, taquicardias, visión borrosa, edema periférico, falta de aire, sangrado nasal. Muchos pacientes, incluso con valores de tensión arterial muy alta, no presentan ningún síntoma. Por lo que es muy importante someter al paciente a un control regular.
Es imprescindible medir de forma correcta la presión arterial. De forma gratuita se puede medir en las farmacias. También se puede comprar el tensiómetro y realizar la propia medida el paciente en casa. Es necesario tener en cuenta varias consideraciones:
- El paciente debe sentarse con la espalda apoyada en el respaldo de la silla y las piernas sin cruzar. El brazo con el que se va a realizar la medida debe estar flexionado a la altura del corazón (puedes apoyarlo en una mesa).
- El paciente debe estar mínimo 5 minutos de reposo antes de la medida. Tampoco debe de haber consumido bebidas excitantes, alcohólicas ni haber fumado en los último 30 minutos.
- Debe seguir las instrucciones del tensiómetro. Algunos se colocan en el brazo, encima del codo, y otros en la muñeca.
- Recomendable tomar 3 medidas. En cada mediada se obtendrán dos valores (sistólica y diastólica). Entre medias de las mediciones hay que esperar unos minutos.
El actual estilo de vida fomenta la aparición de más pacientes con obesidad. Estos cambios en la sociedad de los países más desarrollados son por ejemplo mayor sedentarismo, mayor consumo de alimentos y bebidas ultraprocesadas rico en calorías, mayor consumo de alcohol y tabaco, etc. Cualquier estrategia terapéutica debe incluir cambios en el estilo de vida del paciente. Normalmente suele ser una pérdida de peso con un enfoque dietético, una restricción de sal, mayor actividad física y moderación / eliminación del tabaco. En algunos pacientes con solo modificar su modo de vida, se puede controlar los valores de hipertensión sin necesidad de tratamiento farmacológico. Además, es muy importante que a estos pacientes se les vigile su salud para evitar la aparición de otras patologías (cardiovasculares y renales).
La hipertensión y la obesidad aumentan también el riesgo de complicaciones por COVID y muerte asociada. Hasta el hasta el 30 de junio de 2020, de 15111 pacientes con COVID hospitalizados en España, el 40-50% padecían hipertensión y el 10-20% presentaban obesidad. De esto se deduce que el número de ingresos aumenta con este tipo de enfermedades. Además, presentan peor pronóstico y recuperación.
En las hospitalizaciones por Covid en España, los pacientes presentaban, además:
Actualmente, la prevalencia de pacientes con obesidad es cada vez mayor, aumentando también la comorbilidad de otras patologías. La hipertensión se ha convertido en una de las enfermedades con mayor incidencia a nivel mundial. El objetivo en estos pacientes es controlar los valores de presión arterial para evitar asi complicaciones en otras patologías como la Covid o derivar en otras como enfermedades cardiovasculares. Debe ser prioritario por parte de las autoridades sanitarias intentar reducir el índice de pacientes obesos, lo que provocaría de forma indirecta una disminución de sus patologías asociadas.