22 de julio: Día Mundial del Cerebro

Al igual que en la piel, el envejecimiento se ve reflejado también en los órganos internos y en el funcionamiento de diferentes mecanismos biológicos.

El Alzheimer y el Parkinson son enfermedades neurodegenerativas y tienen algunas similitudes, pero son patologías diferentes.

Ambas enfermedades producen un deterioro y una destrucción progresiva de neuronas, lo que conduce a una pérdida de autonomía en la vida cotidiana.

¿Qué es el Parkinson?

Es un trastorno progresivo que produce incapacitación y desemboca en una parálisis agitante.

Las áreas del cerebro afectadas son aquellas con más cantidad de neuronas dopaminérgicas, que participan en procesos biológicos como el movimiento, motivación y la función intelectual (1).

No se sabe la causa exacta que produce la enfermedad, pero sí existen factores que pueden predisponer a padecer Parkinson, como los factores genéticos y ambientales. Esto quiere decir que el estrés oxidativo da lugar a radicales libres, acelerando la muerte celular programada.

La aparición de los síntomas es gradual y se agravan con el tiempo. Los primeros síntomas son leves y comienzan a un lado del cuerpo, sin embargo, con el tiempo acaban afectando a ambos lados (2).

Los primeros síntomas detectables son los motores, pero a medida que avanza la enfermedad se ve afectada la zona cognitiva. En el estadío final de la enfermedad los pacientes tienen problemas en el lenguaje y se vuelven muy incapacitados.

A pesar de que la enfermedad de Parkinson no tiene cura, los medicamentos podrían mejorar notablemente los síntomas.

¿Qué es el Alzheimer?

El Alzheimer es el tipo de demencia asociada a la edad más frecuente a nivel mundial. Es una enfermedad neurodegenerativa, ya que se produce un deterioro total de la corteza cerebral.

La degeneración neuronal se produce mucho antes de que aparezcan los primeros signos de pérdida de memoria. Todo esto se debe a la formación de placas denominadas beta-amiloide y la presencia de ovillos de proteínas TAU que impiden que las neuronas trabajen correctamente. A medida que el daño se extiende las células pierden su capacidad de trabajar y finalmente mueren, lo que causa daños irreversibles en el cerebro.

El término Alzheimer se aplica a una pérdida de memoria grave y otras actividades cognitivas que interfieren en la vida cotidiana.

Las manifestaciones son:

• Pérdidas benignas de memoria, afectando primero a la memoria a corto plazo y en las últimas fases a la memoria lejana.
• Dificultad de orientación
• Insomnio
• Agresividad
• Síntomas parkinsonianos
• Falta de control de los esfínteres.

Una vez diagnosticada la enfermedad los pacientes viven de 8-10 años.

La muerte se produce por una afección a las áreas del cerebro encargadas de la deglución y la respiración, por lo tanto, estos pacientes mueren por desnutrición o por enfermedades secundarias.

Actualmente el Alzheimer es una de las prioridades en investigación clínica, puesto que se dispone de muy poca información porque es una enfermedad con mucho desconocimiento.

La importancia del cuidador

Llega un momento en el que se pierde la capacidad de coordinar movimientos, lo que conlleva a una incapacitación emocional muy grande. Se producen daños colaterales en el cuidador y en el entorno.

Tanto el Parkinson como el Alzheimer son enfermedades devastadoras. Necesitan un entorno comprensivo que ayuden al paciente a llevar una vida lo más normal posible.

Bibliografía

1. La función de las neuronas dopaminérgicas en la salud y la enfermedad. Cordis. Resultados de investigaciones de la UE. [En línea] 2011. cordis.europa.eu.

2. Enfermedad de Parkinson. Mayo clinic. [En línea] Diciembre de 2020. https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/parkinsons-disease/symptoms-causes/syc-20376055.