Osteoporosis

La osteoporosis es una enfermedad común caracterizada por un deterioro sistémico de la masa ósea y la microarquitectura que resulta en fracturas por fragilidad [1]. Es una patología muy común en la población envejecida y en mujeres a partir de la menopausia. La osteoporosis puede estar provocada por una disminución de los niveles de estrógenos del paciente. El estrógeno disminuye la osteoclastogénesis (proceso de formación del hueso) y aumenta la apoptosis de los osteoclastos (células del hueso), por lo tanto, favorece a un correcto funcionamiento del proceso de remodelación ósea. En la menopausia, la deficiencia de estrógenos altera el ciclo normal aumentando la actividad de reabsorción osteoclástica sin un aumento correspondiente de la actividad osteoblástica y, por lo tanto, la cantidad de hueso reabsorbido es mayor que la cantidad depositada, lo que conduce a una pérdida neta de hueso [2].

Cambios celulares que ocurren con los cambios de estrógeno.

+ E representa los efectos en presencia de estrógenos

-E representa los efectos en ausencia de estrógeno. IL-1 es interleucina 1, factor de necrosis tumoral TNF, OPG-osteoprotegerinas.

Uno de los tratamientos más recomendados para esta patología sería la terapia de reemplazo hormonal (TRH), contrarrestando la pérdida de estrógenos. Estas terapias han demostrado que son capaces de reducir el recambio óseo, reducir la reabsorción ósea y aumentar la densidad mineral ósea. Tanto el alto recambio óseo como la baja densidad mineral ósea son factores de riesgo de fracturas óseas [3].

El WHI (Women’s Health Initiative) fue el primer ensayo aleatorizado de mayor escala que mostró la clara eficacia de la TRH para reducir las fracturas vertebrales y de cadera [3]. Inicialmente, se publicó que las TRH eran tratamientos perjudiciales por lo que generó pánico entre algunos pacientes y nuevas orientaciones para los médicos sobre la prescripción de THS. Años después, este controvertido ensayo se revisó y se encontró que tenía muchos hallazgos contradictorios. Un reanálisis del ensayo WHI y nuevos estudios mostró que el uso de THS en mujeres más jóvenes (50-59 años) o en mujeres posmenopáusicas tempranas (dentro de los 10 años del inicio de la menopausia) tuvo un efecto beneficioso, reduciendo canceres hormonales, fracturas óseas, enfermedades cardiovasculares, etc. [3] Como consecuencia a la abstención de las TRH, se estimó que en EEUU hubo unas 43.000 fracturas óseas adicionales por año [4].

También se ha demostrado la gran eficacia como terapia preventiva. Se observo que después de 15 años de seguimiento en mujeres menopáusicas, se notificaron efectos beneficiosos sobre el hueso en mujeres que utilizaron THS durante más de cinco años [5].

Con la edad, hay una disminución en la absorción de calcio que contribuye a un balance de calcio negativo, causando hiperparatiroidismo secundario que aumenta la resorción ósea provocando una mayor pérdida ósea [2]. Otra terapia preventiva para la osteoporosis sería la suplementación con calcio y vitamina D. Se ha encontrado una reducción significativa del riesgo de fracturas totales y riesgo de fracturas de caderas. Se respalda el uso en adultos de mediana edad, a partir de la menopaúsicas y ancianos [6]. De este modo, las terapias de optimización hormonal son la mejor alternativa a los tratamientos farmacológicos convencionales en la prevención y tratamiento de la osteoporosis.

Bibliografía

[1]       T. D. Rachner, S. Khosla, and L. C. Hofbauer, “Osteoporosis: Now and the future,” Lancet, vol. 377, no. 9773, pp. 1276–1287, 2011, doi: 10.1016/S0140-6736(10)62349-5.

[2]       S. H. Tella and J. C. Gallagher, “Prevention and treatment of postmenopausal osteoporosis,” J. Steroid Biochem. Mol. Biol., vol. 142, pp. 155–170, 2014, doi: 10.1016/j.jsbmb.2013.09.008.

[3]       A. Cagnacci and M. Venier, “The controversial history of hormone replacement therapy,” Med., vol. 55, no. 9, 2019, doi: 10.3390/medicina55090602.

[4]       M. Gambacciani, M. Ciaponi, and A. R. Genazzani, “The HRT misuse and osteoporosis epidemic: A possible future scenario,” Climacteric, vol. 10, no. 4, pp. 273–275, 2007, doi: 10.1080/13697130701511277.

[5]       J. Saarelainen et al., “Bone loss and wrist fractures after withdrawal of hormone therapy: The 15-year follow-up of the OSTPRE cohort,” Maturitas, vol. 85, pp. 49–55, 2016, doi: 10.1016/j.maturitas.2015.12.011.

[6]       C. M. Weaver et al., “Calcium plus vitamin D supplementation and risk of fractures: an updated meta-analysis from the National Osteoporosis Foundation,” Osteoporos. Int., vol. 27, no. 1, pp. 367–376, 2016, doi: 10.1007/s00198-015-3386-5.